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Creer
en Dios para muchas personas resulta sin importancia, la religión se ha
convertido en algo privado e individual, nuestras parroquias se han
transformado en lugares para ofrecer sólo servicios de culto y la manera de
vivir en ellas en la Fe ya no es atrayente para muchas generaciones,
particularmente de jóvenes que prefieren vivir sin Dios o con Dios pero sin
Iglesia.
La
invitación del Papa Benedicto XVI en su carta apostólica PORTA FIDEI (Puerta de la Fe) con la que
convoca al Año de la Fe, es una maravillosa oportunidad para renovar nuestra
parroquia e impulsar una acción misionera y evangelizadora asumiendo el reto de
vivir nuestra Fe no por tradición, sino como fruto de una decisión personal, una Fe que no se alimente sólo de ideas y
doctrinas, sino en una experiencia de amor, una Fe no individualista sino
compartida en una comunidad creyente, una Fe que no nos avergüence sino que nos
comprometa a dar testimonio en medio de una sociedad indiferente, pues para
compartir una verdadera experiencia de Fe no se necesita enseñar cosas de Dios,
sino con nuestra vida dejar ver a Dios.
Pbro. Policarpo 68 Caracheo Aguilar
Párroco
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