Los motivos del lobo

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El varón que tiene corazón de lis, 
alma de querube, lengua celestial, 
el mínimo y dulce Francisco de Asís, 
está con un rudo y torvo animal, 
bestia temerosa, de sangre y de robo, 
las fauces de furia, los ojos de mal: 
el lobo de Gubbio, el terrible lobo.

Este fragmento de “los motivos del lobo” de Rubén Darío, narra el encuentro que tuvo Francisco de Asís con el lobo de Gubbio, al mismo tiempo nos hace darnos cuenta de la nobleza de Francisco. Es ya sabido para quienes vivimos en este pueblo de Comonfort, que hoy también estamos de fiesta, pues es el día que conmemoramos a nuestro santo patrono; San Francisco de Asís. Admirado por muchos, no solo católicos, incluso hermanos de otros credos sienten gran admiración y respeto por el, así como muchos ecologistas por que las enseñanzas de Francisco van más allá de un simple himno. Pues reflejan una total nobleza, obediencia y un profundo contacto con el Salvador de los hombres, una total comunión.

A ejemplo de su vida podemos presenciar el modelo que Cristo nos ha querido regalar, una gran bendición el tenerlo presente en nuestro pueblo de Comonfort, como un gran signo de que aquí también le admiramos y recordamos con gran cariño.

Y especial es este día para muchos que hoy reciben por primera vez El Cuerpo y La Sangre de Cristo, para otros más pues hoy son confirmados en la fe, la fe que nos ha acompañado en este caminar. Mi Dios y mi Todo, decía Francisco, esas sus palabras, ¡que palabras tan dulces y armoniosas! Si tenemos de esta manera a Dios seremos verdaderos creyentes, verdaderos adoradores del Padre, en espíritu y en verdad. Amén.
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